Educar en valores
Nos preguntamos muchas veces por qué es importante y necesario que eduquemos a nuestros hijos a través de valores. Educar a nuestros hijos para que aprendan a dar valor a algunas conductas y comportamientos, les ayudará a convivir de mejor manera y a sentirse bien en el ambiente en que se encuentren.
Valores como la amistad, la comprensión, la tolerancia, la paciencia, la solidaridad y el respeto, son esenciales para un sano desarrollo de los niños. Un niño que conoce el límite del otro, podrá vivir una vida sana y saludable, sea en su entorno familiar o escolar. Un niño que sabe respetar a los demás, será más fácilmente respetado.
Los valores son las reglas de conducta y actitudes según las cuales nos comportamos y que están de acuerdo con aquello que consideramos correcto. Al nacer los niños no son ni buenos ni malos. Con la ayuda de sus padres, educadores y de los que conviven con ellos, aprenderán lo que está bien y mal, decir, hacer, actuar, vivir. Tenemos que recordar que el niño aprende con el ejemplo. El ejemplo que damos a la hora de relacionarnos con los demás, de pedir las cosas, de compartir mesa, asiento, de cooperar, de ayudar a los demás, de defender, de reclamar, de tolerar y aceptar. Si no tenemos paciencia con nuestro hijo ¿qué crees que el niño va a aprender? La responsabilidad que tienen los padres en la transmisión de los valores a sus hijos es crucial, no puedes desvincularte o prescindir de una serie y bien planificada educación en valores. Los padres son insustituibles, ellos son los que van a decidir qué valores pretenden involucrar en la educación de sus hijos.
Los valores se pueden agrupar en:
1-Valores biológicos: alimentos, salud, ect. Necesidades básicas.
2-Valores intelectuales: el conocimiento, la creatividad….Origina el mundo cultural del niño.
3-Valores ecológicos: el cuidado, el respeto y aprecio del medio en el que se desarrolla su vida.
4-Valores morales: el respeto, la tolerancia, la solidaridad, la verdad, son los pilares de las relaciones afectivas con el mundo y con los demás.
5-valores religiosos: son propios de los creyentes y su orientación en la infancia, corresponde a los padres.
Si queremos un mundo mejor para todos hay que empezar por crearlo nosotros mismos.