Beneficios del Senderismo para la Salud Física y Mental
El senderismo es una actividad física que combina ejercicio, conexión con la naturaleza y momentos de introspección. No se trata solo de caminar; es un ejercicio de inmersión en el entorno natural que beneficia tanto al cuerpo como a la mente. Caminar en entornos naturales nos ayuda a liberar tensiones, mejorar la salud física y disfrutar de una paz mental difícil de alcanzar en el entorno urbano. Vamos a explorar en detalle cómo el senderismo contribuye a nuestro bienestar integral.
Beneficios para la Salud Física
El senderismo es una excelente forma de ejercicio aeróbico que mejora la resistencia cardiovascular. Al subir y bajar por terrenos irregulares, el corazón se fortalece, el sistema circulatorio se activa y la resistencia física aumenta. Además, esta actividad ayuda a fortalecer los músculos, especialmente en las piernas, y mejora el equilibrio y la coordinación al caminar en superficies irregulares.
Caminar en la naturaleza también es un ejercicio de bajo impacto en las articulaciones, lo que lo convierte en una actividad accesible para personas de todas las edades. Practicar senderismo regularmente puede contribuir a mantener un peso saludable, pues se queman calorías mientras se disfruta de los paisajes. En general, es una actividad ideal para mantener una condición física saludable sin la presión y el ritmo acelerado de otros deportes.
Beneficios para la Salud Mental
El senderismo no solo beneficia el cuerpo; también es un potente aliado para la salud mental. Estar rodeado de naturaleza permite una desconexión del ruido y el estrés de la vida urbana, promoviendo un estado de tranquilidad y reduciendo los niveles de ansiedad. Al caminar en un entorno natural, nuestro cerebro libera endorfinas, conocidas como “hormonas de la felicidad”, que mejoran el estado de ánimo y reducen el estrés.
Además, la práctica del senderismo facilita la introspección y la conexión con el presente. Estar en la naturaleza nos ayuda a enfocar nuestra atención en el aquí y ahora, mejorando nuestra capacidad de mindfulness o atención plena. Esta conexión con el entorno promueve una sensación de paz y bienestar, permitiéndonos liberar la mente de preocupaciones y fomentar una mentalidad más positiva y resiliente.
Conexión con la Naturaleza y Bienestar Emocional
Otro aspecto fundamental del senderismo es el vínculo que crea con la naturaleza. Pasar tiempo al aire libre fortalece nuestra apreciación por el medio ambiente y nos recuerda la importancia de cuidarlo. Este vínculo emocional tiene efectos directos en nuestro bienestar emocional, ya que genera un sentido de pertenencia y propósito. Además, estudios han demostrado que el contacto con la naturaleza puede disminuir los síntomas de depresión y mejorar la calidad del sueño, ayudando a las personas a sentirse más descansadas y revitalizadas.
Consejos para Practicar Senderismo de Manera Segura
Para aprovechar al máximo los beneficios del senderismo, es importante tomar precauciones. Llevar ropa y calzado adecuados, hidratarse bien y planificar la ruta son pasos fundamentales. También es recomendable iniciar con rutas de dificultad baja si eres principiante, y progresar gradualmente.
En conclusión, el senderismo es una actividad completa que ofrece numerosos beneficios físicos y mentales. Más allá de ser un ejercicio, es una experiencia que nos conecta con la naturaleza y nos brinda momentos de calma y reflexión. Incorporar el senderismo en nuestra vida es una forma de cuidar nuestro cuerpo y nuestra mente mientras disfrutamos del mundo natural que nos rodea.
El Impacto del Desempleo en la Salud Psicológica
El desempleo es una de las situaciones más desafiantes que puede enfrentar una persona. Su impacto va más allá de la economía y de la pérdida de ingresos, afectando profundamente la salud mental y el bienestar emocional. La falta de empleo puede generar una combinación de sentimientos negativos como inseguridad, baja autoestima, ansiedad y desesperanza, que, con el tiempo, pueden desencadenar problemas psicológicos más graves como la depresión y la ansiedad crónica.
Efectos Emocionales del Desempleo
Cuando una persona pierde su empleo, puede experimentar una pérdida de identidad, especialmente si el trabajo ocupaba un lugar importante en su vida diaria y en su autopercepción. Esta situación puede producir un sentimiento de inutilidad y una profunda insatisfacción personal. Además, el desempleo puede agravar problemas financieros, añadiendo una carga adicional de estrés que influye en el bienestar general.
La inseguridad financiera y el sentimiento de incertidumbre sobre el futuro pueden llevar a una persona a dudar de sus propias habilidades y capacidades. A largo plazo, esta falta de autoconfianza puede erosionar la autoestima y provocar aislamiento, lo cual aumenta el riesgo de desarrollar ansiedad o depresión.
Estrategias para Mitigar el Impacto Emocional del Desempleo
Aunque el desempleo es una situación difícil, existen estrategias que pueden ayudar a mitigar sus efectos psicológicos. Una de las primeras recomendaciones es establecer una rutina diaria. La estructura en el día a día ayuda a mantener la motivación y a reducir el sentimiento de vacío que puede surgir tras la pérdida del trabajo. Establecer metas alcanzables, como dedicar tiempo a la búsqueda de empleo, realizar actividades de autocuidado o aprender nuevas habilidades, también puede mejorar el estado de ánimo y fomentar una sensación de progreso.
Otro aspecto importante es el apoyo emocional. Contar con el respaldo de amigos, familiares o incluso de un terapeuta puede marcar una gran diferencia. Expresar las emociones, hablar sobre los miedos e inquietudes y recibir retroalimentación positiva puede ayudar a aliviar la carga emocional que trae consigo el desempleo.
La autocompasión es igualmente esencial en estos momentos. Tratarse a uno mismo con amabilidad, sin autocrítica excesiva, permite ver la situación con perspectiva y aceptar que la pérdida de empleo no define el valor personal ni las capacidades de cada uno. La autocompasión y el refuerzo de la autoestima facilitan una recuperación emocional más efectiva.
Enfocar la Energía en el Crecimiento Personal
El desempleo puede ser una oportunidad para enfocarse en el crecimiento personal y en el desarrollo de nuevas habilidades. Aprovechar el tiempo para realizar cursos, mejorar las competencias profesionales o explorar hobbies personales puede proporcionar un sentido de propósito y aumentar las probabilidades de éxito en la futura búsqueda de empleo.
El Camino hacia la Resiliencia
Finalmente, desarrollar la resiliencia es clave para enfrentar el desempleo. La resiliencia permite adaptarse a los cambios y sobrellevar la adversidad sin perder el equilibrio emocional. Recordar que esta situación es temporal y que es posible salir fortalecido de ella ayuda a mantener una actitud positiva y a buscar soluciones proactivas.
En conclusión, el desempleo es un desafío complejo, pero al implementar estas estrategias es posible reducir su impacto en la salud mental y afrontar la situación de manera más positiva y resiliente.
El Respeto: Fundamental en la Vida y en las Relaciones
El respeto es un valor esencial que permite una convivencia armónica y un desarrollo personal saludable. Es el reconocimiento de que cada persona tiene derechos, necesidades y experiencias únicas, y que todas merecen ser tratadas con dignidad. Este valor se expresa en nuestra capacidad para aceptar las diferencias, escuchar activamente y ser empáticos. Practicar el respeto no solo mejora nuestras relaciones, sino que también fortalece nuestra autoestima y autoconfianza.
El Respeto Hacia los Demás
El respeto hacia los demás implica ver y valorar a cada persona como un ser único, con opiniones y perspectivas que pueden diferir de las nuestras. Reconocer las diferencias culturales, de opinión o de creencias fomenta una sociedad inclusiva y abierta al diálogo. Practicar el respeto en este sentido requiere aceptar que los demás pueden pensar y actuar de manera distinta sin que esto afecte nuestra valoración de ellos.
Un componente fundamental del respeto hacia los demás es la escucha activa. Esto implica no solo oír lo que el otro dice, sino también comprender sus emociones y perspectivas. Escuchar activamente requiere paciencia y disposición para comprender antes de responder, lo cual fortalece los lazos y evita conflictos innecesarios. El respeto, en este sentido, también se manifiesta en la disposición a negociar y a comprometerse, mostrando una apertura genuina a encontrar soluciones que beneficien a todas las partes.
El Respeto Hacia Uno Mismo
El respeto propio es un aspecto esencial de nuestro bienestar emocional. Se basa en el autoconocimiento y en la valoración de quiénes somos, lo cual nos permite tomar decisiones alineadas con nuestros principios y valores, en lugar de ceder a la presión social o al temor al rechazo. Respetarnos a nosotros mismos significa, en primer lugar, reconocer nuestras fortalezas y debilidades sin juzgarnos duramente. Aceptarnos tal como somos nos da la confianza necesaria para enfrentar los desafíos de la vida con autenticidad.
Tener respeto propio también implica poner límites saludables en nuestras relaciones. Al establecer límites claros, enviamos el mensaje de que valoramos nuestro tiempo, nuestro bienestar y nuestras necesidades. Esto no solo nos protege de situaciones que puedan afectarnos negativamente, sino que también enseña a los demás a respetarnos.
El Respeto como Base de la Convivencia
Una sociedad basada en el respeto es una sociedad más pacífica y colaborativa. Cuando las personas se tratan con respeto, se reduce el conflicto y se promueve un ambiente en el que todos pueden expresarse libremente. Practicar el respeto diario, ya sea en la familia, en el trabajo o en las amistades, crea un entorno en el que cada individuo se siente valorado y seguro.
La práctica del respeto en la vida diaria también contribuye al desarrollo de una cultura de paz. En una sociedad donde todos son valorados y escuchados, es más fácil resolver conflictos y promover la inclusión. Por esta razón, el respeto es un valor que debe enseñarse desde una edad temprana, ya que su impacto positivo se extiende a todas las áreas de la vida.
Construyendo un Futuro Basado en el Respeto
Cultivar el respeto en nuestra vida y en nuestras relaciones es un proceso continuo. Requiere compromiso, autoconocimiento y empatía. Al valorar y respetar tanto a los demás como a nosotros mismos, no solo creamos relaciones más saludables, sino que también contribuimos a una sociedad en la que todos puedan desarrollarse en un ambiente de aceptación y dignidad.
Estrategias para Combatir la Ansiedad en la Vida Diaria
La ansiedad es una respuesta natural ante situaciones de estrés o peligro, una reacción del cuerpo para protegernos. Sin embargo, cuando esta emoción se vuelve crónica, puede afectar seriamente nuestra salud física y mental. Por eso, es fundamental aprender a gestionarla y mantener un equilibrio emocional que nos permita vivir de manera más plena y saludable. En este artículo, exploraremos algunas estrategias prácticas que pueden ayudarte a reducir los niveles de ansiedad en tu día a día.
Identifica los Desencadenantes
El primer paso para combatir la ansiedad es entender qué la causa. Muchas veces, ciertas situaciones o pensamientos específicos actúan como desencadenantes. Puedes llevar un registro de las situaciones que te generan ansiedad para identificarlas con mayor claridad. Una vez que reconoces estos patrones, es más fácil abordarlos y aplicar las técnicas adecuadas para controlarlos.
Técnicas de Relajación
Existen diversas técnicas de relajación que son especialmente efectivas para reducir la ansiedad. Una de las más simples y eficaces es la respiración profunda. Dedicar unos minutos a respirar de manera pausada y consciente ayuda a disminuir la frecuencia cardíaca y a reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés. Otra técnica útil es la meditación, que implica concentrarse en el presente y dejar ir los pensamientos ansiosos. La meditación regular mejora la autoconciencia y contribuye a la calma mental.
Ejercicio Físico Regular
El ejercicio es una herramienta poderosa contra la ansiedad, ya que libera endorfinas, conocidas como las hormonas de la felicidad. Actividades como caminar, correr, nadar o practicar yoga no solo fortalecen el cuerpo, sino que también ayudan a liberar tensiones acumuladas. Además, el ejercicio mejora la calidad del sueño, otro factor clave en la reducción de la ansiedad.
Alimentación y Descanso Adecuado
Una dieta equilibrada y un buen descanso son esenciales para mantener una mente sana. Algunos alimentos, como las frutas, las verduras y los granos integrales, ayudan a regular los niveles de azúcar en sangre, lo cual evita cambios bruscos en el estado de ánimo. Asimismo, reducir el consumo de cafeína y azúcares refinados puede ser beneficioso, ya que estos ingredientes pueden intensificar la ansiedad.
El descanso es igualmente importante. La falta de sueño puede aumentar la sensibilidad al estrés y agravar los síntomas de ansiedad. Para mejorar la calidad del sueño, es útil establecer una rutina relajante antes de acostarse, como leer un libro o tomar una infusión calmante.
Aceptación y Autocompasión
La ansiedad es una emoción común que todos experimentamos en algún momento. Es importante aceptar que no siempre podremos eliminarla por completo, y que en ocasiones será necesario convivir con ella. Practicar la autocompasión y no juzgarse severamente puede aliviar en gran medida el impacto de la ansiedad en nuestra vida.
Red de Apoyo
Por último, no subestimes el poder de hablar de tus emociones. Compartir tus preocupaciones con amigos, familiares o un profesional puede aliviar la carga emocional. La red de apoyo es esencial para sentirnos comprendidos y acompañados en el proceso de enfrentar la ansiedad.
Combatir la ansiedad en la vida diaria es un proceso que requiere tiempo y paciencia. Al aplicar estas estrategias, es posible construir una rutina que favorezca la calma y el bienestar, permitiéndonos vivir con mayor equilibrio y satisfacción.
Inteligencia Emocional: La Clave del Bienestar Personal y Social
La inteligencia emocional (IE) es mucho más que un conjunto de habilidades. Es una base fundamental para vivir en armonía con los demás y, sobre todo, con uno mismo. Esta competencia, que se ha vuelto esencial en el ámbito personal, laboral y social, nos permite identificar y manejar nuestras propias emociones, entender cómo impactan en nuestras decisiones y comprender las emociones de los demás. Este concepto fue popularizado por el psicólogo Daniel Goleman en los años 90 y desde entonces se ha consolidado como un pilar del desarrollo personal y profesional.
Las Cinco Competencias Clave de la Inteligencia Emocional
Goleman divide la inteligencia emocional en cinco competencias clave que son el autoconocimiento, la autorregulación, la empatía, la motivación y las habilidades sociales. Cada una de estas habilidades cumple un papel crucial en cómo nos relacionamos con nosotros mismos y con el entorno.
- Autoconocimiento: Conocerse a uno mismo implica entender nuestros propios sentimientos y emociones, identificando sus causas y efectos. Esto permite desarrollar una mayor confianza en nuestras decisiones y acciones, ayudándonos a reconocer nuestras fortalezas y limitaciones.
- Autorregulación: Esta habilidad consiste en el autocontrol emocional y en la capacidad de gestionar las reacciones impulsivas. Una persona que domina la autorregulación puede enfrentar situaciones difíciles con calma y evaluar sus emociones antes de actuar.
- Empatía: La empatía es la capacidad de ponerse en el lugar del otro y comprender sus emociones y necesidades. Esto no solo fortalece las relaciones interpersonales, sino que también fomenta un ambiente de respeto y apoyo mutuo.
- Motivación: Es fundamental tener una motivación interna que nos impulse a alcanzar nuestros objetivos. La motivación en la inteligencia emocional implica una visión positiva y un compromiso con el crecimiento personal, sin depender solo de recompensas externas.
- Habilidades sociales: Estas habilidades nos permiten interactuar de manera efectiva y constructiva. Incluyen la comunicación asertiva, la capacidad de trabajar en equipo y el liderazgo, fundamentales tanto en entornos profesionales como en la vida personal.
La Importancia de Practicar la Inteligencia Emocional
Desarrollar estas competencias no solo mejora la calidad de nuestras relaciones, sino que también tiene un impacto directo en nuestro bienestar emocional y en nuestra satisfacción con la vida. Practicar la inteligencia emocional es un proceso continuo de autoconocimiento y aprendizaje. Por ejemplo, la autorreflexión diaria nos permite analizar cómo reaccionamos ante distintas situaciones y qué podemos mejorar. La empatía, por su parte, se cultiva a través de la escucha activa y la disposición de ver el mundo desde diferentes perspectivas.
Además, las personas con alta inteligencia emocional tienden a ser más resilientes frente a situaciones adversas, ya que manejan sus emociones de una forma consciente y racional, lo cual disminuye los niveles de estrés y mejora la salud mental en general.
La IE en el Trabajo y en la Vida Cotidiana
En el ámbito laboral, la inteligencia emocional es una de las habilidades más valoradas por las empresas, ya que facilita la resolución de conflictos, potencia el liderazgo y mejora la cooperación entre equipos. En la vida cotidiana, nos ayuda a establecer vínculos profundos y significativos, a mantener la calma en momentos de tensión y a construir una red de apoyo basada en el respeto y la confianza.
En definitiva, la inteligencia emocional es una herramienta poderosa para enfrentar los retos de la vida y construir una existencia plena y equilibrada.
La astenia primaveral
La llegada de la primavera trae consigo cambios de temperatura, de luz, de alimentación… que puede suponer importantes cambios para el organismo.
Ante esta situación, el organismo reacciona manifestando una sensación de cansancio, agotamiento, somnolencia, falta de motivación, apatía, insomnio e irritabilidad.
Es un trastorno de carácter leve que parece deberse a una mala adaptación del organismo a los cambios que tienen lugar con la entrada de la nueva estación. La astenia o fatiga primaveral afecta a casi el 2% de la población y con mayor incidencia a mujeres de edades comprendidas entre los 35 y 60 años.
La fatiga es una señal del organismo que se manifiesta de esta manera, la necesidad urgente de reposo, por lo que disminuye la actividad corporal y nos sentimos decaídos, con falta de energía, los síntomas van remitiendo conforme el organismo se adapta a la nueva situación. La razón de este decaimiento es una disminución notable de los niveles en sangre de unas sustancias llamadas endorfinas. Las endorfinas, conocidas coloquialmente como hormonas de la felicidad o del bienestar, se producen en el cerebro como repuesta a diversos estímulos y son capaces de retrasar la sensación de cansancio y aumenta el umbral del dolor.
La fatiga primaveral se ve acentuada en personas que padecen cuadros de ansiedad, depresión nerviosa, estrés o están sometidas a un gran esfuerzo físico o emocional. Una alimentación inadecuada también puede conducir a estados de fatiga o potenciar la fatiga ya existente.
No cabe duda que el mejor tratamiento sea la prevención, se aconseja tener un estilo de vida saludable: seguir una dieta equilibrada, respetar los horarios de las comidas, dormir las horas necesarias y hacer ejercicio físico de forma regular. Estos hábitos son fundamentales a la hora de prevenir o combatir este trastorno.
Consejos que pueden ser útiles:
Cuida tu alimentación, procura evitar los llamados azúcares rápidos y opta por los cereales, la fruta y las verduras. Preferencia por los productos integrales. Evitar el exceso de grasas saturadas y colesterol y aumenta la presencia en la dieta de ácidos grasos poli insaturados, como los Omega-3. Disfruta de alimentos de temporada, siempre que sea posible crudos. Modera el consumo de fritos y comidas muy elaboradas. Evita o reduce el consumo de bebidas excitantes.
Hidrátate bien
Respira aire puro
Haz ejercicio
Respeta las horas de sueño
Ríete mucho: ayuda a liberar tensiones, superar las inquietudes, apacigua los nervios y es excelente para el corazón. La risa hace que el cerebro libere endorfinas y el buen humor facilita el transito del estado de vigilia al del sueño.
Estrés académico en estudiantes
Se muestra un aumento en el nivel de estrés de los estudiantes, durante el periodo de exámenes, con efectos sobre la salud (ansiedad, consumo de tabaco, cafeína o fármacos, alteraciones en el sueño y en la ingesta de alimentos….)
El termino estrés se ha convertido en un vocablo habitual de nuestra sociedad actual.
El estrés es necesario para proporcionar a nuestro organismo la energía necesaria para abordar dificultades. No es perjudicial en sí mismo, más bien lo contrario, pero siempre con medida.
Se acercan los exámenes finales: ¿ansiedad? Por desgracia, esta experiencia la viven no pocos estudiantes, que aun habiendo dedicado las horas necesarias a la preparación del examen, no obtienen resultados acordes al esfuerzo invertido. La explicación: un nivel excesivo de ansiedad.
Es evidente que una situación de prueba, en la que nos están evaluando y nos jugamos algo; provoca un estado de alerta. No sería conveniente estar completamente relajado. Los exámenes, exigen que nuestro organismo responda fisiológicamente empleando una energía. La ansiedad como emoción existe porque en determinadas situaciones es útil: se trata de una respuesta que nos ayuda a reaccionar para preservar nuestra supervivencia.
Las dificultades comienzan cuando alcanzamos cuotas de ansiedad que nos impide ser eficaces, es todo lo contrario, el temor es excesivo e interfiere en nuestro rendimiento. Al no saberlo manejar produce más miedo.
Como hacer frente a la ansiedad:
1-Identificar estos sentimientos.
2-Cuestionarlos, deshazte de ellos, no te ayudan.
3-Sustituye esos sentimientos negativos, por un mensaje positivo para ti.
4-El deporte, una alimentación saludable y un número adecuado de horas de sueño.
5-Prepara bien tu examen; ganarás en seguridad.
6-El día antes del examen procura no estudiar, sal a tomar el aire o a dar un paseo.
7-No es conveniente que hables del examen o repases minutos antes.
8-Pon en marcha lo que has aprendido. Es el momento de la verdad.
9-Al concluir, felicítate por los éxitos y aprende de tus errores.
¡INTENTALO! ¡PUEDES CONSEGUIRLO!
Las consecuencias psicológicas del paro: consejos y ayuda
El desempleo y sus consecuencias psicológicas es un tema con el que nos encontramos cada vez con más frecuencia, más del 20% de los ciudadanos en edad de trabajar está en el paro y es el dato numérico de multitud de temas familiares y personales. Dramas que comienzan con el impago de deudas, de hipotecas de la vivienda donde se vive, de esa casa que ha costado tanto esfuerzo ir comprando, dificultades no solo para realizar actividades más o menos habituales, sino también para satisfacer necesidades básicas. No solo se trabaja para ganarse la vida, sino para lograr el desarrollo personal, perder el empleo es demoledor, aunque los recursos económicos estén asegurados.
Hay varias cuestiones que una persona parada va viviendo a lo largo de este tiempo en el que se encuentra desempleado que lo puede llevar a arrinconarse y no trabajar para encontrar trabajo.
El primer gran impacto del desempleo es el padecimiento del llamado “síndrome de la invisibilidad”. La persona siente que no le ven. Es una vivencia interior muy paralizante. En esta sociedad, a pesar de la crisis, solo cuenta la productividad, el parecer o el tener.
Cada vez hay más personas desempleadas y aquejadas por un profundo malestar psicológico, con una importante sensación de impotencia e indefensión, con el agravante de que muchas no se atreven a pedir ayuda por vergüenza o por orgullo. El trabajo es una fuente muy importante de bienestar psicológico y social, que se constata cuando se pierde.
Empiezas a contar en el mundo cuando entras en la vida laboral. Cuando una persona logra formar parte del mundo laboral, accede a un nuevo estatus y a una nueva identidad social. El desempleo interrumpe este proceso y se convierte en una sensación de derrota y fracaso.
Cuando uno se queda sin trabajo, lo normal es experimentar todos los sentimientos negativos, es bueno no reprimirlos y dejarlos salir, pero no más tiempo de lo necesario, conviene ser realista y no dramatizar, no enfocar con pesimismo. Con una actitud positiva y planificando bien las finanzas es posible enfrentarse al problema sin perder la dignidad.
Lo más importante es no perder o recuperar la situación de control que se ha perdido.
Vivir con Síndrome de Piernas Inquietas
Escalofríos, picores, hormigueo, o golpeteo de piernas son las sensaciones que padecen los enfermos de síndrome de piernas inquietas, un trastorno neurológico del movimiento que afecta a cerca del diez por ciento de la población española y que provoca un importante descenso en la calidad de vida de los enfermos. Su frecuencia aumenta con la edad, es más frecuente en sujetos de más de 50 años, especialmente en los ancianos.
Estas sensaciones descritas por los pacientes, se producen principalmente durante la noche o en periodo de reposo, es una sensación imperiosa de mover las piernas y que se describe como una inquietud, que mejora y se alivia cuando mueve las piernas.
La inmensa mayoría de las personas afectadas desconocen que padecen este síndrome, ya que se suele atribuir por error a problemas de circulación, enfermedades reumáticas, calambres musculares, nerviosismo o incluso al envejecimiento.
El origen de esta enfermedad no se conoce hoy en día. Puede existir un componente de predisposición genética, ya que una tercera parte de los pacientes tienen antecedentes familiares. Por otra parte se cree que el origen de este síndrome puede guardar relación con el descenso de la dopamina, que es un neurotransmisor cerebral necesario para la realización y coordinación de movimientos.
El tratamiento está orientado a reducir el estrés y ayudar a la relajación muscular. Las siguientes técnicas pueden ayudar: baños calientes, ejercicios de estiramiento suave, masaje.
El tratamiento muchas veces es complicado y puede requerir varios ensayos terapéuticos hasta conseguir el beneficio deseado.
Dado que un descenso de la liberación de la dopamina parece estar implicado en la génesis de este síndrome, los agonistas dopaminérgicos, que han sido efectivos en el tratamiento de la enfermedad de Parkinson, se están utilizando en pacientes con el síndrome de piernas inquietas. Otras alternativas son la oxicodona, carbamazepina y gabapentina. Las benzodiacepinas administradas antes de acostarse previenen el despertar frecuente, pero no los movimientos nocturnos.
Síndrome de Tourette
El síndrome de Tourette es un trastorno neurológico que se caracteriza por la existencia de movimientos involuntarios repetidos y sonidos incontrolables, que se llaman tics, algunas veces acompañados de palabras y frases inapropiadas. Suele comenzar antes de los 18 años, los síntomas y la intensidad varía mucho de una persona a otra. La causa es desconocida, las investigaciones sugieren que hay una anormalidad en los genes que hace que afecte el metabolismo de los trasmisores cerebrales como dopamina, serotonina y doropinefrina, siendo estos los productos químicos que se encargan de llevar las señales al cerebro de una célula nerviosa a otra.
Una persona con este síndrome tiene una posibilidad del 50% de pasarle este gen a uno de sus hijos, hay más incidencia en los hombres. Los primeros síntomas suelen consistir en tics en la cara y con el tiempo aparecen otros como movimientos de cabeza, cuello, patadas, etc.
A menudo emiten sonidos, palabras o frases ininteligibles. Gritan obscenidades de forma involuntaria (coprolalía) o repiten constantemente las palabras de los demás (ecolalia). Los tics aumentan y disminuyen y de vez en cuando cambian en número, frecuencia, tipo y localización. Los síntomas pueden desaparecer por semanas o meses para reaparecer más tarde. Los tics empeoran bajo el estrés y mejoran cuando la persona está relajada o absorta en una actividad. En la mayoría de los casos disminuyen mientras se duerme.
En muchos casos suelen darse problemas adicionales como: trastorno obsesivo-compulsivo, trastorno de déficit de atención, trastorno del desarrollo del aprendizaje, problemas de control de impulsos y trastornos del sueño.
Los síntomas de conducta que pueden acompañar los tics pueden causar más limitaciones que los tics mismos. Los pacientes, familias y médicos necesitan determinar que síntomas causan más limitaciones de tal manera que se elijan los medicamentos y terapias más apropiadas.