Archivo de mayo de 2011
La astenia primaveral
La llegada de la primavera trae consigo cambios de temperatura, de luz, de alimentación… que puede suponer importantes cambios para el organismo.
Ante esta situación, el organismo reacciona manifestando una sensación de cansancio, agotamiento, somnolencia, falta de motivación, apatía, insomnio e irritabilidad.
Es un trastorno de carácter leve que parece deberse a una mala adaptación del organismo a los cambios que tienen lugar con la entrada de la nueva estación. La astenia o fatiga primaveral afecta a casi el 2% de la población y con mayor incidencia a mujeres de edades comprendidas entre los 35 y 60 años.
La fatiga es una señal del organismo que se manifiesta de esta manera, la necesidad urgente de reposo, por lo que disminuye la actividad corporal y nos sentimos decaídos, con falta de energía, los síntomas van remitiendo conforme el organismo se adapta a la nueva situación. La razón de este decaimiento es una disminución notable de los niveles en sangre de unas sustancias llamadas endorfinas. Las endorfinas, conocidas coloquialmente como hormonas de la felicidad o del bienestar, se producen en el cerebro como repuesta a diversos estímulos y son capaces de retrasar la sensación de cansancio y aumenta el umbral del dolor.
La fatiga primaveral se ve acentuada en personas que padecen cuadros de ansiedad, depresión nerviosa, estrés o están sometidas a un gran esfuerzo físico o emocional. Una alimentación inadecuada también puede conducir a estados de fatiga o potenciar la fatiga ya existente.
No cabe duda que el mejor tratamiento sea la prevención, se aconseja tener un estilo de vida saludable: seguir una dieta equilibrada, respetar los horarios de las comidas, dormir las horas necesarias y hacer ejercicio físico de forma regular. Estos hábitos son fundamentales a la hora de prevenir o combatir este trastorno.
Consejos que pueden ser útiles:
Cuida tu alimentación, procura evitar los llamados azúcares rápidos y opta por los cereales, la fruta y las verduras. Preferencia por los productos integrales. Evitar el exceso de grasas saturadas y colesterol y aumenta la presencia en la dieta de ácidos grasos poli insaturados, como los Omega-3. Disfruta de alimentos de temporada, siempre que sea posible crudos. Modera el consumo de fritos y comidas muy elaboradas. Evita o reduce el consumo de bebidas excitantes.
Hidrátate bien
Respira aire puro
Haz ejercicio
Respeta las horas de sueño
Ríete mucho: ayuda a liberar tensiones, superar las inquietudes, apacigua los nervios y es excelente para el corazón. La risa hace que el cerebro libere endorfinas y el buen humor facilita el transito del estado de vigilia al del sueño.
Estrés académico en estudiantes
Se muestra un aumento en el nivel de estrés de los estudiantes, durante el periodo de exámenes, con efectos sobre la salud (ansiedad, consumo de tabaco, cafeína o fármacos, alteraciones en el sueño y en la ingesta de alimentos….)
El termino estrés se ha convertido en un vocablo habitual de nuestra sociedad actual.
El estrés es necesario para proporcionar a nuestro organismo la energía necesaria para abordar dificultades. No es perjudicial en sí mismo, más bien lo contrario, pero siempre con medida.
Se acercan los exámenes finales: ¿ansiedad? Por desgracia, esta experiencia la viven no pocos estudiantes, que aun habiendo dedicado las horas necesarias a la preparación del examen, no obtienen resultados acordes al esfuerzo invertido. La explicación: un nivel excesivo de ansiedad.
Es evidente que una situación de prueba, en la que nos están evaluando y nos jugamos algo; provoca un estado de alerta. No sería conveniente estar completamente relajado. Los exámenes, exigen que nuestro organismo responda fisiológicamente empleando una energía. La ansiedad como emoción existe porque en determinadas situaciones es útil: se trata de una respuesta que nos ayuda a reaccionar para preservar nuestra supervivencia.
Las dificultades comienzan cuando alcanzamos cuotas de ansiedad que nos impide ser eficaces, es todo lo contrario, el temor es excesivo e interfiere en nuestro rendimiento. Al no saberlo manejar produce más miedo.
Como hacer frente a la ansiedad:
1-Identificar estos sentimientos.
2-Cuestionarlos, deshazte de ellos, no te ayudan.
3-Sustituye esos sentimientos negativos, por un mensaje positivo para ti.
4-El deporte, una alimentación saludable y un número adecuado de horas de sueño.
5-Prepara bien tu examen; ganarás en seguridad.
6-El día antes del examen procura no estudiar, sal a tomar el aire o a dar un paseo.
7-No es conveniente que hables del examen o repases minutos antes.
8-Pon en marcha lo que has aprendido. Es el momento de la verdad.
9-Al concluir, felicítate por los éxitos y aprende de tus errores.
¡INTENTALO! ¡PUEDES CONSEGUIRLO!
Las consecuencias psicológicas del paro: consejos y ayuda
El desempleo y sus consecuencias psicológicas es un tema con el que nos encontramos cada vez con más frecuencia, más del 20% de los ciudadanos en edad de trabajar está en el paro y es el dato numérico de multitud de temas familiares y personales. Dramas que comienzan con el impago de deudas, de hipotecas de la vivienda donde se vive, de esa casa que ha costado tanto esfuerzo ir comprando, dificultades no solo para realizar actividades más o menos habituales, sino también para satisfacer necesidades básicas. No solo se trabaja para ganarse la vida, sino para lograr el desarrollo personal, perder el empleo es demoledor, aunque los recursos económicos estén asegurados.
Hay varias cuestiones que una persona parada va viviendo a lo largo de este tiempo en el que se encuentra desempleado que lo puede llevar a arrinconarse y no trabajar para encontrar trabajo.
El primer gran impacto del desempleo es el padecimiento del llamado “síndrome de la invisibilidad”. La persona siente que no le ven. Es una vivencia interior muy paralizante. En esta sociedad, a pesar de la crisis, solo cuenta la productividad, el parecer o el tener.
Cada vez hay más personas desempleadas y aquejadas por un profundo malestar psicológico, con una importante sensación de impotencia e indefensión, con el agravante de que muchas no se atreven a pedir ayuda por vergüenza o por orgullo. El trabajo es una fuente muy importante de bienestar psicológico y social, que se constata cuando se pierde.
Empiezas a contar en el mundo cuando entras en la vida laboral. Cuando una persona logra formar parte del mundo laboral, accede a un nuevo estatus y a una nueva identidad social. El desempleo interrumpe este proceso y se convierte en una sensación de derrota y fracaso.
Cuando uno se queda sin trabajo, lo normal es experimentar todos los sentimientos negativos, es bueno no reprimirlos y dejarlos salir, pero no más tiempo de lo necesario, conviene ser realista y no dramatizar, no enfocar con pesimismo. Con una actitud positiva y planificando bien las finanzas es posible enfrentarse al problema sin perder la dignidad.
Lo más importante es no perder o recuperar la situación de control que se ha perdido.
Vivir con Síndrome de Piernas Inquietas
Escalofríos, picores, hormigueo, o golpeteo de piernas son las sensaciones que padecen los enfermos de síndrome de piernas inquietas, un trastorno neurológico del movimiento que afecta a cerca del diez por ciento de la población española y que provoca un importante descenso en la calidad de vida de los enfermos. Su frecuencia aumenta con la edad, es más frecuente en sujetos de más de 50 años, especialmente en los ancianos.
Estas sensaciones descritas por los pacientes, se producen principalmente durante la noche o en periodo de reposo, es una sensación imperiosa de mover las piernas y que se describe como una inquietud, que mejora y se alivia cuando mueve las piernas.
La inmensa mayoría de las personas afectadas desconocen que padecen este síndrome, ya que se suele atribuir por error a problemas de circulación, enfermedades reumáticas, calambres musculares, nerviosismo o incluso al envejecimiento.
El origen de esta enfermedad no se conoce hoy en día. Puede existir un componente de predisposición genética, ya que una tercera parte de los pacientes tienen antecedentes familiares. Por otra parte se cree que el origen de este síndrome puede guardar relación con el descenso de la dopamina, que es un neurotransmisor cerebral necesario para la realización y coordinación de movimientos.
El tratamiento está orientado a reducir el estrés y ayudar a la relajación muscular. Las siguientes técnicas pueden ayudar: baños calientes, ejercicios de estiramiento suave, masaje.
El tratamiento muchas veces es complicado y puede requerir varios ensayos terapéuticos hasta conseguir el beneficio deseado.
Dado que un descenso de la liberación de la dopamina parece estar implicado en la génesis de este síndrome, los agonistas dopaminérgicos, que han sido efectivos en el tratamiento de la enfermedad de Parkinson, se están utilizando en pacientes con el síndrome de piernas inquietas. Otras alternativas son la oxicodona, carbamazepina y gabapentina. Las benzodiacepinas administradas antes de acostarse previenen el despertar frecuente, pero no los movimientos nocturnos.